Hay algarabía en el pueblo porque su poeta va a casarse. Claro que no comprenden por qué se casará con Rosana si no existe alma que no sepa que es una bruja. Para la hermana del poeta, la explicación es sencilla: es una bruja y es capaz de poseer la voluntad ajena. Pero la celebración se apaga al finalizar el casamiento, ya que Nury Godino, el poeta, se marcha al pueblo de su flamante esposa. La llegada a Punta del Diablo no promete una vida agradable. Muertos pudriéndose al sol, colgados todavía de los arboles donde fueron ejecutados; hombres cargados de amargura y mujeres sedientas de placer. Y también está el faro, llenando de temor al pueblo con su sombra. Sin tiempo para preguntas, Nury es obligado a cumplir sus deberes como esposo. Pero no puede dejar de pensar en esas bellas mujeres y que podría estar haciéndole el amor a alguna de ellas en lugar de la fea y arrugada bruja. Obviamente no tarda en caer en esa tentación, con tal mala suerte que es descubierto por su esposa. Ante la mirada de todo el pueblo es condenado a vivir en el faro hasta que la bruja exprese su perdón. En el faro conoce al anterior esposo de Rosana, que le revela algunas verdades sobre su esposa. Y conoce a Moisés, un gato que le explica el suplicio que le espera en el faro: cada noche, al encenderse la luz del faro, las almas condenadas lo llamarán desde cualquier rincón del mundo, para compartir con él todo el dolor que los tortura.
Nury pronto comprende que no hay forma de escapar a su propia condena, que la única salvación es abandonar el faro. Pero no puede hasta que Rosana lo perdone. Y, casi sin querer, descubre que puede llevarse consigo a otro ser vivo en cada convocatoria de esos condenados, obligándolos a sufrir a su lado. Eso logra hacer con su esposa, arrastrándola a un lugar donde la belleza es castigada y por ende él, bello poeta, es perseguido y condenado a la hoguera. Sin embargo, Nury halla la manera de salvarse y, al mismo tiempo, cobrarse venganza de aquella bruja culpable de sus pesares. Una mujer del lugar lo ayuda a desfigurarse el rostro y acusa a su esposa de bruja, crimen más imperdonable aun. Con su esposa muerta sin haberle otorgado el perdón, Nury decide que no regresará al faro. Se quedará en ese pueblo, que no por nada se llama Fealdad, escribiendo sus poemas. Y así, con ese simple gesto, quizás empiece a cambiar el destino de aquellas pobres personas.
El bello poeta codiciado por las mujeres que decide casarse con una mujer desagradable en carácter y aspecto. Ella lo condenará a sufrir el acoso de almas en pena.
La bruja, prendada del poeta decide emplear sus artes mágicas para casarse con él. Pero no tolerará ser humillada con la infidelidad, por lo que lo condena a vivir en el faro y padecer la maldición que pesa sobre el edificio.
El gato que oficia de guardián del faro. Tiene la capacidad de hablar y su tarea es velar para que todas las noches se encienda el faro, aunque signifique una tortura para los mortales que deben morar en él.
Guión: Walter Slavich
Dibujo: Enrique Breccia
Hay algarabía en el pueblo porque su poeta va a casarse. Claro que no comprenden por qué se casará con Rosana si no existe alma que no sepa que es una bruja. Para la hermana del poeta, la explicación es sencilla: es una bruja y es capaz de poseer la voluntad ajena. Pero la celebración se apaga al finalizar el casamiento, ya que Nury Godino, el poeta, se marcha al pueblo de su flamante esposa.
Nació en Buenos Aires en 1945. Se inicia profesionalmente a mediados de los años sesenta realizando ilustraciones para la Editorial Difusión y en 1968 participa junto a su padre ilustrando la vida del Che Guevara sobre guión de Hector Oesterheld. Vuelve a colaborar con su padre al año siguiente en la segunda versión de El Eternauta tras lo cual desarrolla su propia carrera colaborando con la editorial inglesa Fleetway. Para las revista Linus y Alterlinus y sobre sobre guiones propios Enrique Breccia dibuja tres series ambientadas respectivamente en la Guerra de Argelia, la Revolución M ...
Leer másGuionista de historietas y de televisión. Sus principales géneros son el policial negro, ficción y terror. Comenzó su carrera como guionista de historietas en los '80 donde escribió junto con Mazzitelli "El príncipe de la oscuridad" y "Dinastía maldita", el primero dibujado por Saichann, y el segundo por Alcatena. Entre los guiones escritos enteramente por él están, por ejemplo, las miniseries como "Nielsen", "Mulato" y "Raíces del misterio". Para Ediciones Record produjo "Viracocha" y "Los días del gitano". Con Horacio Lalia continuaron con "Nekrodamus", quien había sido cre ...
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