Es el Año del Señor 1515. Francisco del Puerto, más conocido como Paco, es uno de los tantos huérfanos que viven en los muelles de Barrameda y Moguer y sueña con poder ver las tierras del Nuevo Mundo. Su vida gira en torno a las tabernas, participando en las charlas de los marineros que visitaron las tierras descubiertas por Colón. Hay un viejo marino que le cuenta de las riquezas, de la fuente de la juventud, de la ciudad de oro. Paco no lo duda: se esconde en una de las naves que Juan Díaz de Solís llevará en su expedición para buscar un cruce al Océano Pacífico. Pronto es descubierto y se convierte en el blanco de todas las bromas hasta que es llevado ante el propio Adelantado. Con total desparpajo, Paco asegura conocer el cruce que Solís busca. Este, sin creerle, no duda un instante en asignarlo como grumete.
Durante el viaje se toparán con bucaneros ingleses, tormentas misteriosas que cambian de dirección siguiendo el escaso oro que portan. Incluso se encontrarán con gigantescas ballenas que, tomadas como fuente de alimento, son atacadas y cobran venganza. Paco es inundado por una profunda empatía ante el sufrimiento de esos animales y se enfrenta a uno de ellos rogándole el perdón para que no destroce su barco. El animal parece comprender y Paco descubre la verdadera riqueza que ese Nuevo Mundo le puede ofrecer.
Finalmente, la expedición llega ante un mar que ha cambiado de color y es Paco quien descubre que el sabor del agua se ha tornado dulce. De ahí que Solís llame “Mar Dulce” a las aguas que hoy conocemos como Río de la Plata. Convencido que siguiendo esas aguas encontrará el cruce al otro océano, Solís se interna río arriba. Y cuando divisan nativos, decide establecer contacto en busca de riquezas e información. Lo acompañan unos marinos y el propio Paco. Pero los nativos, lejos de darles una bienvenida, los atacan con flechas y lanzas. El Adelantado encuentra la muerte y sirve de alimento para los llamados “charrúas”. Paco, aun considerando una muerte segura, enfrenta al líder de la misma manera que lo hizo ante Solís. Y provoca la misma reacción: el nativo lo encuentra divertido y lo adopta.
Y aunque las aventuras de Paco pudieron terminar allí, el destino le reserva un lugar junto a otra expedición que llegará atraída por el relato de los sobrevivientes: la de Sebastián Caboto.
Apodado Paco, es un huérfano de 12 años que se embarca escondido hacia el Nuevo Mundo esperando mejorar su vida.
El primer explorador en llegar al actual Río de La Plata, toma bajo su protección al pequeño polizón.
Un marino que navegó con el mismísimo Colón y conoce casi todas las historias que se cuentan del Nuevo Mundo. Viaja otra vez con el anhelo de hallar la fuente de la juventud.
Uno de los marinos que se la ha tomado contra Paco.
Otro que ha hecho de Paco el blanco de sus bromas y culpable de sus desventuras.
Marino leal a Solís que tiene un encono especial contra Montes y Ramírez.
Guión: Robertino Ferro
Dibujo: Enrique Breccia
Es el Año del Señor 1515. Francisco del Puerto, más conocido como Paco, es uno de los tantos huérfanos que viven en los muelles de Barrameda y Moguer y sueña con poder ver las tierras del Nuevo Mundo. Su vida gira en torno a las tabernas, participando en las charlas de los marineros que visitaron las tierras descubiertas por Colón. Hay un viejo marino que le cuenta de las riquezas, de la fuente de la juventud, de la ciudad de oro. Paco no lo duda: se esconde en una de las naves que Juan Díaz de Solís llevará en su expedición para buscar un cruce al Océano Pacífico. Pronto es descubierto y se convierte en el blanco de todas las bromas hasta que es llevado ante el propio Adelantado. Con total desparpajo, Paco asegura conocer el cruce que Solís busca. Este, sin creerle, no duda un instante en asignarlo como grumete.
Nació en Buenos Aires en 1945. Se inicia profesionalmente a mediados de los años sesenta realizando ilustraciones para la Editorial Difusión y en 1968 participa junto a su padre ilustrando la vida del Che Guevara sobre guión de Hector Oesterheld. Vuelve a colaborar con su padre al año siguiente en la segunda versión de El Eternauta tras lo cual desarrolla su propia carrera colaborando con la editorial inglesa Fleetway. Para las revista Linus y Alterlinus y sobre sobre guiones propios Enrique Breccia dibuja tres series ambientadas respectivamente en la Guerra de Argelia, la Revolución M ...
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