Struan es un bribón. Es su naturaleza, no lo puede evitar. Pero descubre de la peor manera que las víctimas de sus estafas no son infinitas y que, tarde o temprano, debe pagar las consecuencias. Habiendo disfrutado, en todo sentido, la compañía de la hija del Gran Señor Lontar al hacerse pasar por un maestro en artes, Struan sufre su ira cuando el pobre hombre descubre que Galia (su hija) ha dejado de ser virgen. Y en su huida, perseguido por mercenarios como, no le queda más remedio que refugiarse en la misteriosa torre que toda la comarca prefiere evitar. Allí conoce al desconcertante Doctor Proust, quien parece ser un excéntrico mago… o un anciano totalmente desquiciado.
Y mientras Struan se esconde, Galia es secuestrada por un bandido llamado Mediacara. Pronto pide rescate y como respuesta, Lontar ofrece una recompensa por la cabeza del villano y la devolución de su hija. Ignorante de esto, Struan encuentra una extraña armadura diseñada por el viejo loco. Convence al anciano para defender causas perdidas, pero en realidad quiere sacarse de encima a quienes lo buscan. Grande es su sorpresa cuando se entera que nadie lo busca ya, pues Mediacara le ha superado en villanía. Pero Struan no se desanima y decide salvar a Galia. Claro que eso no hará que Lontar confíe en él. Es más: ha duplicado la recompensa por su cabeza. Eso deprime a Struan, que quiere recuperar su vida, ser libre como un pájaro. O, al menos, volar como uno. Así que el Dosctor Proust lo somete a una serie de experimentos y logra, a medias, su cometido. Poco tarda Struan en regresar a sus travesuras: vuelve a intimar con Galia y le hace creer a Lontar que el demonio lo ha poseído. Pero, como todos los experimentos del anciano, termina fallando.
Finalmente, el Doctor Proust termina su mayor invento: el regulador cinético de cabezas. Con ese aparato, Struan dejará de ser un cobarde y no deberá seguir escondiéndose en su torre. Struan no está muy convencido, teniendo en cuenta los antecedentes del viejo. Así que decide probar el artilugio justo en el momento indicado: Lontar organiza un torneo ofreciendo a Galia como premio. Pero los bandidos deciden unirse y aprovechar la justa para entrar al castillo y robarse todo. Naturalmente, Struan planea estropearles el plan. Pero tras probar efectivamente el invento y ganarse fama de invencible, pierde la caja que lo hace valiente mientras los pillos ingresan al castillo. Apoyándose en la fama ganada, Struan los hace huir y Lontar lo perdona, insistiendo en que se case con su hija. El Gran Señor está feliz y planifica la boda, las partidas de caza, las expediciones, las batallas…
Straun no entiende por qué el Doctor Proust no le abre la puerta. Justo cuando necesita ese refugio mucho más que antes.
Un joven estafador que ha estafado a casi toda la comarca y se ha ganado el amor de todas las jóvenes que por su culpa ya no son doncellas.
El Gran Señor de esas tierras, orgulloso de su bella hija e implacable con sus enemigos.
Hija de Lontar. Se supone que Struan le enseña arte, pero ella se interesa mucho más en cultivar los placeres de la carne.
El anciano loco que vive en la torre y se la pasa inventando cosas inútiles todo el tiempo. La gente le teme, solo porque no lo conoce.
Uno de los bandidos de la región que se unirá a otros para robar el castillo de Lontar.
Otro villano que osa secuestrar a Galia para pedir rescate.
Guión: Eduardo Mazitelli
Dibujo: Ángel “Lito” Fernández
Struan es un bribón. Es su naturaleza, no lo puede evitar. Pero descubre de la peor manera que las víctimas de sus estafas no son infinitas y que, tarde o temprano, debe pagar las consecuencias. Habiendo disfrutado, en todo sentido, la compañía de la hija del Gran Señor Lontar al hacerse pasar por un maestro en artes, Struan sufre su ira cuando el pobre hombre descubre que Galia (su hija) ha dejado de ser virgen. Y en su huida, perseguido por mercenarios como, no le queda más remedio que refugiarse en la misteriosa torre que toda la comarca prefiere evitar. Allí conoce al desconcertante Doctor Proust, quien parece ser un excéntrico mago… o un anciano totalmente desquiciado.
Buenos Aires, 1941, más conocido como Lito Fernández. Dibujante argentino de historietas, cursó estudios de dibujo en la Escuela Panamericana de Arte con Alberto Breccia y Ángel Borisoff. Publicó su primer trabajo en la revista Día D, con guion propio. Colaboró luego en Hora Cero y otras publicaciones de la Editorial Frontera. Tuvo el personaje de «El hombre cometa» en la revista Poncho Negro. Hugo Pratt lo convocó en 1963 para dibujar Misterix. Dibujó luego personajes e historietas sueltas para la Editorial Columba; el más destacado, Dennis Martin, con ...
Leer másNació en Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1952. Inició su carrera en la Editorial Columba. Su primer guión publicado se llamó “El crimen del río” y fue publicado en la revista Fantasía, de Editorial Columba. Más tarde, gracias a la intervención del dibujante Gerardo Canelo, le avisó que Alfredo Scutti, director de Ediciones Récord, estaba buscando guionistas. Sus guiones gustaron y se publicaron tanto en la Skorpio argentina, como en la versión italiana editado por la entonces Eura Editoriale. A partir de los años 90' ha realizado una ...
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