Catálogo

Historia

John Hicks es un hombre pacífico. Nunca ha peleado, ni usado un arma. Una mala elección que debió reconsiderar cuando tomó la decisión de establecerse en el Oeste junto a su esposa Sandy. Una mala elección que el destino le hará pagar caro. La pareja es atacada por cuatro bandidos que violan y matan a Sandy, dando por muerto a John. Por suerte, o no, el viejo O’Keef lo encuentra y cura sus heridas. Con gusto le prestará un revolver si decide ir a buscar a los asesinos, pues todos por allí los conocen, a condición que nunca pise las tierras de Frank Dolan. Pero el viejo no quiere hablar de esa historia, aunque el alcohol no ayuda a mantenerse firme ante las promesas. Dolan fue un despiadado asesino que murió emboscado y se dice que su espíritu vaga a la espera de un viajero para meterse en su cuerpo y volver a la vida.
Enfermo de odio y de venganza, John va a las tierras de Dolan para que este se apodere de él y así poder tomarse revancha. Ahora es capaz de disparar hábilmente aunque nunca antes haya usado un revolver. Ejecuta a los cuatro asesinos de su esposa, pero el viejo O’Keef lo echa de su cabaña, espantado porque John ha revivido a la bestia.
Con su nueva habilidad, John decide vengar a su hermano, asesinado por un hombre llamado Curtiz. En el camino encuentra a Astrid, una hermosa mujer a quien acusan de brujería. La salva solamente porque puede hacerlo, sin ningún otro interés. John encuentra a Curtiz y le da muerte, casi disfrutando de su venganza. Astrid se entrega como agradecimiento, pero se arrepiente al sentir la maldad que hay en él. Ofrece para liberarlo de ese demonio. Pero John no acepta, por supuesto. No ve razón para hacerlo.
John parece divertirse con un inconsciente juego de pequeños ajustes de cuentas y regresa a su pueblo natal donde tiene deudas con el señor Corbet, el hombre que le robó las tierras a su padre. Lejos, Astrid intenta liberar a John de ese espíritu maligno por medio de un antiguo rito, pero fracasa. John no posee la voluntad necesaria para controlar al demonio que comienza a apoderarse de su alma y emprende un viaje teñido de muerte. Ya nada queda de aquel hombre pacífico que anhelaba una nueva vida con su esposa. Ahora le han puesto precio a su cabeza.
Desesperada por liberarlo, Astrid vuelve a cruzarse en su camino, guiando sin saberlo a los cazadores de recompensas. En un enfrentamiento final, John es herido gravemente, desplomándose sobre el lomo de su caballo que cabalga como un demonio hacia las tierras de Frank Dolan.