Para Jane Stevenson y su cuñado Alfred el problema no estuvo en hallar al capitán del “Reina de los Mares”, sino en convencerlo para que los lleve hasta la isla de Ponape. Ni siquiera las cinco mil libras ofrecidas parecieron tentar al hombre conocido como Indico Jim. Fue mencionar el nombre de la isla para que ese hombre que parecía dispuesto a vender hasta a su madre por menos dinero, los echara de su barco. Jane y su cuñado desean ir a esa isla en búsqueda de Sir Richard, esposo de Jane. Pero Índico Jim no tiene ninguna intención de visitar ese lugar infernal, donde habita Skualha, la diosa tiburón que mató a su amigo. Finalmente se convence que tal vez pueda vengarlo y acepta el trabajo.
El viaje no es muy esperanzador: misteriosas tormentas, gigantescos tiburones y las leyendas tenebrosas que Índico conoce sobre la isla harían que cualquiera desistiera aun antes de comenzar. Pero la determinación de Miss Stevenson es firme, ella no volverá sin saber qué sucedió con su esposo. Si al ver la isla con sus propios ojos le hizo sopesar la idea de desistir, ninguno de sus compañeros lo notó. Es más, no creía en lo que Índico le contó. Y por eso evitó que matara a la joven que apareció en lo alto de un acantilado y se zambulló para nadar entre los tiburones. No sin protestar, Índico los condujo al interior del templo donde la llamada diosa tiburón aguardaba en un estanque.
Tras sortear los peligros fuera y dentro del templo, la improvisada expedición de rescate encuentra al perdido arqueólogo. Pero no estaba tan perdido como creían: el propio Sir Richard rompió el Sello de R’ilhey que mantenía a Skualha dormida y la había seducido para engendrar un descendiente capaz de liderar a las antiguas criaturas que alguna vez dominaron el mundo cuando el hombre todavía no existía. Y los únicos que podían detenerlo estaban allí, a merced de su rifle.
Sin embargo, no contó con el poder de la naturaleza. Si esas criaturas habían sido desterradas al olvido, allí debían permanecer. Un inesperado terremoto inundó el templo y solo ellos tres fueron arrastrados fuera por la corriente de agua. Según Índico, los planes de Sir Richard y Skualha fueron sepultados con la violenta erupción del volcán Krakatoa.
Marinero afecto al licor barato que acepta cualquier trabajo con tal de ganar algo de dinero. Cualquier trabajo, menos comerciar con esclavos. Porque también tiene sus límites.
Esposa de un afamado arqueólogo que se ha perdido buscando la isla de Ponape.
Hermano del arqueólogo y acompañante de Jane en la aventura.
El afamado arqueólogo que planea despertar a las criaturas primigenias que tan bien describiera Lovecraft.
La diosa tiburón, criatura que adopta la forma de una hermosa mujer y que se alimenta de carne humana para mantener su inmortalidad.
Guión: Ricardo Barreiro
Dibujo: Enrique Breccia
Para Jane Stevenson y su cuñado Alfred el problema no estuvo en hallar al capitán del “Reina de los Mares”, sino en convencerlo para que los lleve hasta la isla de Ponape. Ni siquiera las cinco mil libras ofrecidas parecieron tentar al hombre conocido como Indico Jim. Fue mencionar el nombre de la isla para que ese hombre que parecía dispuesto a vender hasta a su madre por menos dinero, los echara de su barco. Jane y su cuñado desean ir a esa isla en búsqueda de Sir Richard, esposo de Jane. Pero Índico Jim no tiene ninguna intención de visitar ese lugar infernal, donde habita Skualha, la diosa tiburón que mató a su amigo. Finalmente se convence que tal vez pueda vengarlo y acepta el trabajo.
Nació en Buenos Aires en 1945. Se inicia profesionalmente a mediados de los años sesenta realizando ilustraciones para la Editorial Difusión y en 1968 participa junto a su padre ilustrando la vida del Che Guevara sobre guión de Hector Oesterheld. Vuelve a colaborar con su padre al año siguiente en la segunda versión de El Eternauta tras lo cual desarrolla su propia carrera colaborando con la editorial inglesa Fleetway. Para las revista Linus y Alterlinus y sobre sobre guiones propios Enrique Breccia dibuja tres series ambientadas respectivamente en la Guerra de Argelia, la Revolución M ...
Leer másNació el 2 de octubre de 1949 en Buenos Aires, Argentina. Murió de cáncer, sin llegar a cumplir los 50 años, el 12 de abril de 1999. En 1973 publica sus primeros trabajos (guión y dibujos) en las revistas Meleficon y Sancho. En 1974 Comienza Slot Barr, un Space Opera con dibujos de Solano López. En 1975 comienza a publicar en la Revista Skorpio de Argentina y Lancio Story de Italia las seriesBárbara, con dibujos de Zanotto, y As de Pique, con dibujos de Juan Giménez, así como numerosos episodios unitarios. Entre 1976 y 1977 continúa la colaboración con Skorpio y L ...
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