Gor, quizás debido a su deformidad, quizás por elección, es ayudante del sepulturero de alguna villa que podría ubicarse en tierras italianas. Pero más allá del trabajo, Gor se preocupa de cuidar especialmente dos cuerpos. Uno es el de su amada princesita, quien parece solo dormida en la oscuridad de la cripta de la familia D’Averso. El otro es Nekrodamus, un cadáver bastante inquieto. Claro que Gor no sospechaba que Nekrodamus pretendía regresar al mundo de los vivos.
Con la muerte del conde Sarlo D’Averso, un joven de apenas veinticinco años, Nekrodamus encuentra la forma de escapar a la muerte y toma posesión del cuerpo del conde, asumiendo su identidad para que todos crean que es el joven revivido. Mientras Nekrodamus, ayudado por Gor buscará al responsable de su muerte: un alquimista llamado Asfertu. Naturalmente, la venganza se lleva a cabo y descubrimos que Nekrodamus es un demonio que lucha por no serlo. La próxima aventura los llevará a resolver el misterio de Princesita y a perder (¿para siempre?) su condición de demonio.
De ahí en más, ambos personajes, ya amigos, se embarcarán en un constante peregrinar. Descubrirán un mundo dominado por la magia, la codicia y la eterna lucha del hombre por transformarse en una mejor versión de sí mismo.
Con el tiempo, la muerte volverá a encontrar a Nekrodamus. Pero, ¿puede morir un demonio, aunque quiera creer que ya no lo es?
Un demonio atormentado por el deseo de dejar de serlo. Sin embargo, utiliza sus habilidades para llevar algo muy parecido a la justicia en una época donde los poderosos dominan a los más débiles
Sepulturero que cuida la cripta de la familia D’Averso. Puede que también sea un demonio.
Es un perro poseído por el espíritu de un hombre. El único amigo de Gor, además de Nekrodamus. Su muerte los llevará a recorrer mágicamente varias épocas de la historia.
Cual bella durmiente, es el motivo para que Gor cuide la cripta. Cuando logren despertarla, deberá decidir si amar a un hombre o entregarse como una sacerdotisa pagana.
Guión: Héctor G. Oesterheld
Dibujo: Horacio Lalia
Gor, quizás debido a su deformidad, quizás por elección, es ayudante del sepulturero de alguna villa que podría ubicarse en tierras italianas. Pero más allá del trabajo, Gor se preocupa de cuidar especialmente dos cuerpos. Uno es el de su amada princesita, quien parece solo dormida en la oscuridad de la cripta de la familia D’Averso. El otro es Nekrodamus, un cadáver bastante inquieto. Claro que Gor no sospechaba que Nekrodamus pretendía regresar al mundo de los vivos.
Con la muerte del conde Sarlo D’Averso, un joven de apenas veinticinco años, Nekrodamus encuentra la forma de escapar a la muerte y toma posesión del cuerpo del conde, asumiendo su identidad para que todos crean que es el joven revivido. Mientras Nekrodamus, ayudado por Gor buscará al responsable de su muerte: un alquimista llamado Asfertu. Naturalmente, la venganza se lleva a cabo y descubrimos que Nekrodamus es un demonio que lucha por no serlo. La próxima aventura los llevará a resolver el misterio de Princesita y a perder (¿para siempre?) su condición de demonio.
Carlos Trillo comenzó su labor profesional en 1963 y al año siguiente entró a trabajar en la revista Patoruzú (en la que colaboró hasta 1968) y luego en la editorial García Ferré, escribiendo para esta última cuentos y notas de estilo periodístico además de guiones para las series de historietas de la publicación: Hijitus, Antifaz, Topo Gigio y La Familia Panconara, entre otras. En 1972 ingresó a la revista Satiricón, donde trabajó junto a Oswal, Horacio Altuna y Lito Fernández. Madurezeditar En 1975 pasó a la revista Mengano, en la que colaboró desde el número uno con Altuna ...
Leer másHéctor Germán Oesterheld Puyol (Buenos Aires, 23 de julio de 1919 desaparecido por la dictadura en 1977 y asesinado por los militares en19782 ) guionista de historietas y escritor de relatos breves de ciencia ficción, (cabe destacar que ademas de su calidad como cuentista se destaco como recopilador de los mejores cuentos de C.C.F.F.), y novelas, hijo de Fernando Oesterheld, de ascendencia alemana, y de Elvira Ana Puyol, de ascendencia española. Estudió y se graduó en la carrera de geología. Fanático de H. Melville y Joseph Conrad. Comienza su carrera es ...
Leer másHoracio Lalia (Ramos Mejía, Buenos Aires, 23 de enero de 1941) es Un dibujante de historietas argentino. Labor profesional Lalia tuvo inclinación por el dibujo desde chico, pero el mayor empuje para su futuro profesional lo tuvo a los 16 o 17 años cuando comenzó a ser ayudante de dos profesionales del dibujo reconocidos en su país: Eugenio Zoppi (entre 1957 y 1960) y Alberto Breccia (entre 1957 y 1963).1 Estudió algunos meses en la Escuela Panamericana de Arte y luego dos años en el IDA (Instituto de Directores de Arte), en ambas instituci ...
Leer másEugenio Juan Zappietro, más conocido como Ray Collins, es un policía y escritor argentino (Buenos Aires, 28 de noviembre de 1936). Dirigió el Museo Policial de su ciudad natal. De profesión policía, Eugenio Zappietro comenzó su carrera como guionista y escritor a los 23 años, animado por Julio Aníbal Portas, de Editorial Abril, quien le sugirió que usase un seudónimo estadounidense. Hugo Pratt le encargó su primera serie policial, Precinto 56, que dibujó José Muñoz. En 1967 fue finalista en el Premio Planeta de España con su novela Tiempo de morir. Es contratado por ...
Leer másGuionista de historietas y de televisión. Sus principales géneros son el policial negro, ficción y terror. Comenzó su carrera como guionista de historietas en los '80 donde escribió junto con Mazzitelli "El príncipe de la oscuridad" y "Dinastía maldita", el primero dibujado por Saichann, y el segundo por Alcatena. Entre los guiones escritos enteramente por él están, por ejemplo, las miniseries como "Nielsen", "Mulato" y "Raíces del misterio". Para Ediciones Record produjo "Viracocha" y "Los días del gitano". Con Horacio Lalia continuaron con "Nekrodamus", quien había sido cre ...
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